Soy la otra mujer afortunada tratada por el dr. Esteban.

Quiero contaros mi historia porque pienso que eso puede animar a las mujeres que sufren el mismo problema que sufrí yo a someterse a la técnica de la embolización.

Todo empezó hace más de 2 años. Mis reglas eran muy abundantes y dolorosas, además imprevisibles. Tras varias pruebas al final mi ginecóloga me detecto 3 miomas muy pequeñitos con diferente ubicación (submucosos e intramurales). Empece con varios tratamientos, sin efecto ninguno. El DIU Mirena que me colocaron supuestamente para dejar de sangrar lo expulse a los 3 meses a causa del abundante sangrado. Acudí a urgencias en varias ocasiones. Sufrí depresión, anemia, estaba muy débil, no podía salir de casa sin una muda de ropa por si acaso. Deje de practicar el deporte, ir a la playa y faltaba al trabajo. En fin, mi cuerpo se convirtió en mi enemigo. Me recetaron el tratamiento con Esmya en 2 ocasiones ( 6 meses de tratamiento), sin resultado. La única solución, según los ginecólogos era la histerectomia. Entonces encontré en la red la información sobre la embolización de miomas. Lo comente a mi gine. Intento quitarme esa idea de la cabeza diciendo que no es la técnica adecuada en mi caso.

Yo seguí investigando y contacte con el dr. Enrique Esteban. Por fin encontré a un profesional que me entendía, para mi fue como una ¨luz en el túnel”. Ahora mismo me emociono recordando cómo me atendió. Es un gran médico y una gran persona.

Me sometí a la embolización en noviembre. He vuelto a ser una persona activa, con una vida normal. Y se lo agradezco muchísimo

Un abrazo y mucho ánimo a todas!

MAGDA

Soy paciente, me han realizado la técnica de embolización de miomas y quería agradecer a todo el equipo de, el Dr. Enrique Esteban del Hospital de Manises, por el trato recibido y lo eficaz del tratamiento, gracias, gracias, lo resumiría, una técnica bastante sencilla para un problema tan grande, pues con esas anemias que producen los miomas, te sientes morir poco a poco.

Les felicito, les animo para que sigan ayudando a tantas mujeres que lo padecen.

LOLA BEL

Me llamo Nuria, tengo 38 años y con 36 me sometí a la embolización en el Hospital de Manises por el Dr Esteban

Tuve conocimiento de la técnica por medio de una amiga; quien, por casualidad, vio la información en dicho hospital. Después de varios meses de periplos por dos hospitales, de largas listas de espera y de sortear la desinformación de algunos ginecólogos, llegué a la consulta del doctor Esteban con todas mis esperanzas puestas en la que consideraba la última oportunidad para salvar mi útero de un mioma que, previamente, había sido confundido con la vejiga. Dos meses más tarde, me estaba sometiendo a la embolización y todos mis problemas (menstruaciones que eran verdaderas hemorragias, dolor lumbar, hinchazón de pies, dolor de piernas, anemia; en suma, imposibilidad para hacer vida normal) desaparecieron.

Una simple incisión frente a la cirugía abierta, anestesia epidural versus la general, el hecho de encontrar a un profesional al otro lado de la mesa, la reducción progresiva del mioma y, sobre todo, la vuelta a la normalidad son sólo algunos de los motivos por los que debo agradecer al doctor Esteban y a su equipo la encomiable labor que llevan a cabo.

NURIA

Acababa de cumplir los 42 años cuando me operaron. Hasta ese momento, mis reglas eran cada vez más dolorosas. Justo antes de la operación, ya no podía más, era insoportable.

Antes de tener este problema, era una mujer bastante activa con un trabajo a tiempo completo y una casa de la que ocuparme. Además, pasaba mucho tiempo con mi familia y mis amigos. En pocas palabras, era una mujer realmente dinámica. Sin embargo, durante los meses previos a la intervención me sentía completamente limitada.
Unas semanas después de celebrar mi 40 aniversario, fui a ver al ginecólogo con motivo de mi visita anual. Le comenté que mis reglas eran especialmente pesadas. Me dijo que podía deberse a varios factores, como la edad. Me realizó algunas pruebas, como una ecografía y una resonancia. Me diagnosticó miomas uterinos.

Los principales síntomas que sentía eran reglas dolorosas y abundantes. Además de algunos problemas de incontinencia. Parece ser que los miomas ejercían presión por la parte superior y me provocaban ganas de orinar con frecuencia.

Al principio, las únicas opciones que me propusieron fueron la miomectomía o la histerectomía. Cuando me estaba decidiendo entre las soluciones propuestas por mi ginecólogo, oí hablar de la embolización.

Entonces encontré en internet al Dr Esteban, que practicaba esta técnica. Después de haber estudiado los resultados de mi resonancia, me dijo que mi caso era idóneo para la embolización. Por mi parte, creí que ésta era la mejor solución para mí. No ocurre lo mismo con todo el mundo, pero, en cualquier caso, es un procedimiento que debe tenerse en cuenta como los demás.

La diferencia entre mi estilo de vida antes y después de la embolización es incomparable. Los síntomas se habían agravado considerablemente justo antes de la intervención. Además de ser dolorosas, mis reglas eran irregulares y, al final, directamente imprevisibles. Cuando empezaban, ya no podía ir a ningún sitio. Me tenía que quedar en casa encerrada sin poder hacer nada. Tenía miedo de salir y no hacía más que pensar en lo mismo. A la angustia física se sumó la angustia emocional. Al mes siguiente de la intervención, todo había cambiado, ya no tenía ningún síntoma.

Fue un cambio como la noche y el día.

LUISA